BAMAKO (Mali)

La corrupción en Africa

Uno de los problemas más graves de buena parte del continente africano es la corrupción, que entre otras cosas entorpece su desarrollo económico. Abundan los altos funcionarios que aceptan, piden o directamente exigen dinero a empresas de su pais o extranjeras que quieran desarrollar su actividad en Africa. Y cuando les descubren, lo suelen arreglar todo a base de sobornos y chantajes. La corrupción está en el sistema, y es asumida por la mayoría, incluidos los propios perjudicados, como si fuera una enfermedad crónica. Para muchos africanos que se ven sometidos a abusos por parte de un determinado miembro de la autoridad, la solución no está en acabar con la corrupción, sino en pagar, o en tener un amigo o un familiar que esté por encima del que le está extorsionando.

El otro día fui desde Bamako hasta Abidjan en autobús público. A la entrada y salida de cada población importante había un control de la gendarmería y otro de la aduana. En cada uno, nos pedían a todos la documentación, y si a alguien le faltaba algo, nos hacían esperar hasta que el "infractor" pagase una multa, que solía ser de 500 francos CFA, unas 125 pesetas. Así, un viaje que se podía hacer en 12 horas, se alargaba hasta las 26 horas. Le comenté a uno de los pasajeros que eso era una vergüenza, y me respondió que así funcionaban las cosas en Africa, y que yo no lo entendía porque era extranjero.

Cuando viajas con vehículo propio, siempre hay algún gendarme que te piden el extintor, el triángulo de seguridad, el botiquín, etc. Si te falta algo, te pone una multa astronómica. Después de mucho discutir y como haciéndote un favor, te la rebaja hasta 1000 o 2000 pesetas. He intentado multitud de soluciones para este problema, desde hacerme el simpático a saltarme los controles por la cara. Pero lo de hacerse el simpático tiene un inconveniente, y es que inevitablemente llega el momento en que no puedes disimular las ganas de estrangular al gendarme, y al final acabas congestionado. Lo de saltarse los controles es muy emocionante, pero te puedes encontrar con que a uno se le crucen los cables y te dispare. He llegado a la conclusión de que lo que mejor resultado me da es llevarlo todo en regla hasta el mínimo detalle. Cuesta trabajo, pero merece la pena. Cuando después de mirarme todos los papeles con lupa el gendarme se da cuenta de que no hay por donde pillarme, entonces lo intenta por las bravas. Te dice que las vendas del botiquín están caducadas, que el seguro del coche no vale en ese pueblo, o cualquier chorrada por el estilo. Ese es el momento de mandarle a freir espárragos y de tomar nota de su nombre para presentar una reclamación a su superior. Ese es mi sistema, cada uno que haga lo que quiera, pero creo que si todo el mundo hiciera lo mismo, se ayudaría a combatir a los corruptos que tanto daño hacen, en este caso al turismo, una buena fuente de ingresos para los africanos. Hay mucha gente que no va de turismo a Africa por culpa de esos indeseables.

En Dakhla, un funcionario vio que me había equivocado en un número al rellenar la declaración de importación temporal de vehículos, y me dijo muy serio que me tendría que volver a Ceuta a hacer una nueva declaración, que está a 2000 kilómetros, o pagarle 10000 pesetas. Al final no hice ni una cosa ni la otra.

Para el viajero, hay varios puntos negros ya clásicos, en los que algún funcionario corrupto intentará sacarle dinero si tiene ocasión. Uno de ellos es la aduana de salida de Nouâdhibou, en la que te obligan a enseñarles el dinero que llevas, aunque en ese momento no estés ni entrando ni saliendo del país. Si en la declaración de divisas que has hecho previamente has redondeado una cantidad o te has equivocado en una peseta, se la querrán quedar. Otro es la aduana de Rosso. El jefe empleará los trucos más sucios para obligarte a venderle tu coche a bajo precio. Pero el peor de todos es sin duda el inspector Dakuo y su compinche el despreciable Lassana Traoré, de la comisaría que hay cerca de la estación de tren de Kayes, que me tuvo 5 horas retenido porque decía que el seguro internacional que había contratado para mi vehículo en Senegal no valía en Mali, lo cual es mentira. Esto no es nada comparado con lo que les hacen a sus propios compatriotas, pero yo prefiero decir lo que veo, y no lo que me cuentan. Los empleados del ferrocarril de Kayes, un tal Diallo y otro llamado Sile Yala, pretenden cobrarte por llevar un coche en el tren desde Kayes hasta Bamako el triple de la tarifa oficial. Bueno, ya me he quedado a gusto.

Te animo a que denuncies aquí los casos de corrupción que conozcas.

 

Africa [ Paises | Mapas | Pueblos | Etnología | Noticias | Viajes | El Tiempo | Idiomas | Historia | Biografias | Geografía | Derechos Humanos | O.N.G´s | Arte | Musica | Gastronomia | Tablon de Anuncios | Comercio | Bibliografía | Version CD ]     Otro Continente                              Buscar